Sicoenergética

Sicoenergética

La Sicoenergética es un enfoque terapéutico que combina principios de la psicología y la energía para abordar los aspectos emocionales, mentales y energéticos del ser humano. Se basa en la premisa de que todas las experiencias, pensamientos y emociones tienen una base energética y que los bloqueos o desequilibrios en el sistema energético pueden afectar la salud mental y emocional.

La Sicoenergética trabaja con la idea de que existen diferentes niveles de conciencia y energía en el ser humano, y que estos niveles interactúan entre sí. Utiliza diversas técnicas y herramientas para identificar y liberar bloqueos energéticos, así como para promover el equilibrio y la armonía en el sistema energético y en la psique.

Algunas de las técnicas utilizadas en la Sicoenergética incluyen la visualización, la respiración consciente, el trabajo con los chakras (centros energéticos del cuerpo), el uso de cristales y minerales, la terapia energética y la integración de enfoques como la psicoterapia y la terapia energética.

El objetivo principal de la Sicoenergética es promover el autoconocimiento, la sanación emocional y la expansión de la conciencia. Se busca liberar patrones y creencias limitantes, superar traumas emocionales y promover el bienestar integral.

Es importante tener en cuenta que la Sicoenergética es un enfoque complementario y no reemplaza el tratamiento médico o psicológico convencional. Siempre es recomendable buscar el apoyo de profesionales de la salud y terapeutas cualificados para recibir un acompañamiento adecuado en el proceso terapéutico.

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Bienvenido a Sicoenergética. En el curso del proceso evolutivo, el ser humano tiene que pasar por distintas etapas. Para progresar realmente tiene que poder reconocerlas y saber en qué punto se encuentra en cada una de ellas.

Si queremos facilitar nuestra evolución, tendremos que saber ante todo en qué punto nos encontramos. Ya no estamos en los tiempos de las cavernas, en la fase primaria del desarrollo humano. Si reconocemos en qué fase estamos, podremos optimizar nuestro crecimiento y actualizar con eficacia el potencial de felicidad, de creación y de libertad que poseemos.

En la actualidad disponemos de una gran cantidad de información mental en la humanidad. La humanidad está preparada para dar un gran salto cuántico en la expresión de la conciencia. El gran secreto de la consciencia está ahí para ser descubierto.

Descubrir otro nivel de conciencia fruto del espíritu y del amor. Este nivel nos permite el gozo, la armonía, la creatividad y la libertad del Ser.

Necesitamos una mente lúcida para llevar mejor nuestras emociones. Para eso tenemos que descubrir nuestra mente subconsciente y hacerla consciente. Este es nuestro camino ha seguir para el cambio evolutivo de la consciencia que está sucediendo ya.

En la actualidad es posible que muchos de nosotros estemos llevando este carruaje casi sin comunicación entre la mente y el espíritu.

Tenemos que funcionar desde el corazón en comunicación con la cabeza.

En el siglo pasado es posible que dominara la razón, la mente racional y casi no se hablara de las emociones.

En esa época se medía la inteligencia que solamente estaba en el cerebro y se usaba el C. I. el cociente intelectual. Pero las emociones casi no se usaban para determinar la inteligencia, sin embargo, existían en todos los ámbitos, familiares, laborales, relaciones, etc.

Este mundo emocional desconocido y sin embargo muy activo domina aspectos de la sociedad, de la vida. Estamos con las emociones no reconocidas, no expresadas y mal llevadas. Esas emociones que no se digieren y, o no se descargan correctamente, vuelven a salir en otros momentos de la vida en detrimento de esta. Este mundo emocional no resuelto puede crear actividad destructiva, agresividad, confusión, desprecio, malestar físico, falta de cooperación, falta de comunicación, venganzas, mala voluntad, etc.

Estas emociones conscientes o inconscientes manipulan nuestra mente racional. La vida se convierte en un mar de lucha y de incongruencias. Se piensa que la mente racional es la única base de la inteligencia, desprestigiando el gran potencial de las emociones. Tenemos un carruaje llevado por partes separadas, las emociones van por su camino, la mente por el suyo y el espíritu desconectado de todo.

No es la primera vez que, a lo largo de la historia, la humanidad pasa por periodos de importantes cambios —la llegada del cristianismo, el Renacimiento, la revolución industrial, el final de la esclavitud, y otros muchos de mayor o menor alcance, por referirnos sólo a los más recientes— que han provocado una gran renovación en la mentalidad de la gente y en las estructuras sociales. No obstante, lo que vivimos en la actualidad es de una amplitud e intensidad desconocidas hasta el presente. Es porque no se trata de un simple cambio, sino de una transformación radical que debe modificar de arriba abajo no sólo los cimientos de nuestras sociedades sino incluso las propias raíces de la conciencia humana. Se trata de un salto, de un salto cuántico…

El punto de bifurcación en el que se encuentra el mundo actual es un importante punto de transformación que puede lanzar a la humanidad a una era completamente nueva.

El punto de bifurcación no es evidente para todo el mundo, ni muchísimo menos. En medio del caos actual, muchas personas intentan con verdadero frenesí organizar su vida siguiendo las leyes del mundo antiguo, como si todo fuera a seguir como antes. Y lo hacen a costa de mucho estrés y de un gran dispendio de energía. Los jóvenes consiguen más o menos salir adelante gracias a su vitalidad; los menos jóvenes se asfixian cada vez más… Y algunos se desmoronan por completo: crisis cardíacas, depresiones, etc. Pero hay otras personas lo suficientemente conscientes como para hacerse las verdaderas preguntas y emprender un camino de intensa búsqueda interior y también de acción exterior consciente.

Energía línea media
Energía línea media

Si queremos realizar un verdadero «salto cuántico» de conciencia (que es lo que la época actual necesita de nosotros). Muchas de las actuales técnicas de crecimiento personal, aun siendo correctas, no pueden facilitarnos el acceso directo a la nueva conciencia por la sencilla razón de que permanecemos en la misma órbita. Pueden resultar útiles, sin embargo, en el sentido de que nos permiten empezar a elevar la frecuencia vibratoria2 y, por tanto, aumentar la velocidad, «acelerar». Pero no bastan unos cuantos seminarios para cambiar de órbita. Hace falta una intención tenaz, un deseo ardiente de pasar a otra cosa. Gurdieff describía esto cuando declaraba lo siguiente:

El hecho de que el hombre comprenda con toda claridad cuáles son sus posibilidades no le hace avanzar un solo paso hacia la realización. Para estar en condiciones de llevarlas a efecto, debe tener un deseo ardiente de liberación; debe estar dispuesto a sacrificarlo todo, a arriesgarlo todo en aras de su liberación.

En un momento dado, la «aceleración», o sea, la cantidad de energía acumulada puede ser tal que nos lance a la órbita siguiente, a una nueva realidad que no tenga nada que ver con la que hayamos conocido hasta entonces. Pero, digámoslo una vez más, para ello hace falta mucha energía. En el ser humano sólo puede proceder de una fortísima intención, con la cual no entra en contacto si no es a través del sufrimiento y la desesperanza. Pero sabemos que «es justo antes del alba cuando la noche es más oscura».

Según las leyes de la Naturaleza, el salto cuántico no es un proceso grato y delicado, ni muchísimo menos. ¡Es una revolución extraordinaria que en algunos momentos puede resultar aterradora! No obstante, cuando uno ha llegado al fondo del abismo, cuando parece que todo se derrumba y que ya nada importa, justo en el punto de bifurcación puede producirse algo increíble, indescriptible. Se ha hablado a veces de un estado de gracia.

LA VIBRACIÓN: Es el movimiento interno que tiene cada ser o cuerpo que ocurre por el movimiento del electrón alrededor del átomo, todo cuerpo lo contiene, desde el corpúsculo y la célula, hasta el astro y los universos todo está en vibración constante. La vibración de todo cuerpo puede ser captada y en especial la humana, la de las plantas, piedras y animales por el aura.

Chakras
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