Salud integral

Salud integral

La salud integral se refiere al equilibrio y bienestar en todos los aspectos de nuestra vida: físico, mental, emocional y espiritual. Se reconoce que estos aspectos están interconectados y que el bienestar en uno de ellos influye en los demás.

En términos físicos, la salud integral implica cuidar nuestro cuerpo a través de una alimentación saludable, ejercicio regular, descanso adecuado y evitar hábitos perjudiciales como el consumo de tabaco o alcohol en exceso. También implica mantener un cuidado preventivo y buscar atención médica cuando sea necesario.

En cuanto a la salud mental y emocional, implica tener una mente equilibrada y emociones saludables. Esto implica manejar el estrés de manera adecuada, cultivar relaciones saludables, desarrollar habilidades de afrontamiento, manejar las emociones de manera constructiva y buscar apoyo cuando sea necesario.

La salud espiritual también es parte integral de la salud integral. Esto no se limita a la religión, sino a encontrar un sentido de propósito y significado en la vida, cultivar valores personales, conectar con algo más grande que uno mismo y nutrir el espíritu.

La salud integral implica también tener un enfoque holístico y preventivo, buscando mantener un equilibrio en todos los aspectos de la vida y no solo centrarse en la ausencia de enfermedad. Se reconoce que el bienestar total requiere atención y cuidado en todas las dimensiones de la vida.

En resumen, la salud integral implica cuidar y promover el bienestar en todas las áreas de nuestra vida: física, mental, emocional y espiritual. Al integrar estos aspectos, podemos lograr un estado de salud óptimo y una mejor calidad de vida.

Salud integral

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El estado de bienestar general del ser humano, entiéndase salud física, mental y social, es lo que la OMS (Organización Mundial de la Salud) define como Salud Integral. Es decir, un conjunto de factores biológicos, emocionales y espirituales que contribuyen a un estado de equilibrio en el individuo.

No solo la ausencia de enfermedades.

De acuerdo con esta definición, la salud no es solo la ausencia de enfermedades o invalidez, sino una condición de desarrollo humano que cada uno, como individuo, debe cuidar y conservar. Sin embargo, es un derecho que los gobiernos de todas las naciones también tendrían que estar obligados a potenciar.

La salud integral es un estado de bienestar ideal que solo se logra cuando existe un balance adecuado entre los factores físicos, emocionales, espirituales, biológicos y sociales. De esta manera el ser humano crece en todos los ámbitos de la vida y, por consiguiente, se siente sano y feliz.

El impulso de nuestras capacidades.

A pesar de las diferencias que existen entre cada ser humano, la salud integral permite impulsar nuestras habilidades y capacidades como personas únicas. De hecho, la individualidad es uno de los factores más importantes dentro del concepto de salud integral. Se trata de hacer conciencia de que ninguna persona puede compararse a otra porque cada uno de nosotros hemos crecido en circunstancias diferentes, con más o menos oportunidades, condiciones físicas y emocionales distintas, factores ambientales específicos e, incluso, acceso a medicinas y tratamientos médicos desiguales.

No obstante, aunque cada persona, familia, comunidad o país otorga a la salud un valor diferente, todos tenemos claro que estar sano significa estar bien, verse bien, sentirse bien actuar bien, ser productivos y relacionarse adecuadamente con los demás.

¿Qué afecta nuestra salud integral?

En la actualidad, varios problemas afectan nuestra salud integral. A nivel físico-biológico, la obesidad, los problemas cardiovasculares, la diabetes y el cáncer son las principales barreras para conseguir el estado de bienestar. Las adicciones también merman nuestra salud física y mental. Tabaquismo, alcoholismo, drogadicciones, dependencias obsesivo compulsivas (trastornos de la alimentación) son otro obstáculo.  Y los males del siglo XXI: ansiedad, depresión, falta de adaptación al medio ambiente, así como otros trastornos mentales, también afectan de forma directa nuestra calidad de vida.

Polémica, algunos creen que se debe actualizar el concepto.

La OMS estableció la definición de salud integral en 1948. Y a la letra dice: «La Constitución de la OMS define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición incluye un componente subjetivo importante que se debe tener en cuenta en las evaluaciones de los riesgos para la salud».

Esta definición fue revolucionaria porque, por primera vez, se dejó atrás la visión negativa de la salud solo como ausencia de enfermedad, subrayándose las esferas física, mental y social. Empero, luego de casi 66 años de establecido el concepto, existen voces que aseguran que es insuficiente.

La mayor parte de las críticas se centran en lo absoluto de la palabra completo en relación con el bienestar, lo que dejaría a la mayoría casi siempre con mala salud. Otro problema que se observa es que, la demografía de las poblaciones y la naturaleza de las enfermedades han sufrido cambios considerables. Los patrones de enfermedad cambiaron y las personas que viven con enfermedades crónicas van en aumento en todo el mundo. La norma actual es envejecer con enfermedades crónicas.

Muchos autores proponen redefinir el concepto de salud basándose en la resistencia o capacidad de enfrentamiento de mantener o restablecer la propia integridad, equilibrio y sentido de bienestar. Es decir, la capacidad de adaptación y autogestión en todas las esferas, física, mental y social.

Conclusión

La controversia sigue, pero nosotros nos quedamos con una conclusión básica. La salud integral va mucho más allá del sistema biomédico, sino que abarca el comportamiento humano. Es un concepto positivo que implica grados de vitalidad y funcionamiento adaptativo. ¿Te queda más claro? ¿Cómo cuidas tu salud integral?

La Importancia de fortalecer nuestras defensas.

Ojalá esto que les comparto se enseñara en las escuelas, porque con este conocimiento estuviéramos más fortalecidos y virus como el Covid19 no pudieran hacer de las suyas.
“El problema no está en el ataque, está en la defensa”. Claude Bernard tenía razón cuando dijo: El agente (el virus) no es nada, el terreno lo es todo”.
En el siglo XIX hubo un debate científico: Louis Pasteur, el renombrado y famoso científico francés, que defendía “que la enfermedad se daba por la entrada de un virus o bacteria (bichito)”. En cambio, Claude Bernard, otro científico francés, menos galardonado y menos famoso que Pasteur, defendía “que la enfermedad se producía por un estado defectuoso o débil del terreno” (nuestro organismo).
Lamentable la gente y los médicos no opinan igual, ellos piensan así: “fulanito estaba bien hasta que la bacteria o el virus lo atacó”, “fulanito estaba bien hasta que desarrolló un cáncer galopante”. Pues mira, va a ser que no. La ciencia del siglo XXI nos está desvelando una y otra vez la importancia de las barreras que nos defienden (piel, intestino, etc.) y su MICROBIOTA. Resulta que nuestros propios bichos nos defienden tanto o más que nuestro propio sistema inmunológico.
Punto 1: Sabías que CADA DIA en tu cuerpo se forma alguna célula cancerosa? ¡Da miedo! ¡Pero es verdad! Cada día se forma una, pero un sistema inmunológico en condiciones se encarga de limpiar rápidamente a las células anormales porque sí, el sistema inmunitario debe ser MUY SELECTIVO y DISCRIMINADOR: ¡La defectuosa, fuera! Por distintos motivos, incontables, este mecanismo falla y ahí es cuando aparece clínicamente un cáncer.
Punto 2: Eso de que estabas feliz hasta que la bacteria te atacó… ¡vamos! ¡no es cierto! En tu piel todo el tiempo están los estafilococos, estreptococo, cándidas y virus; sobre todo virus del papiloma. ¡Están ahí! ¿no te gusta? Y buen, pero es así nomás. Entonces, resulta que vas a tomar el sol y luego te sale una verruga o un moluscum. Porque el sol deprime a las células encargadas de la limpieza de superficie y altera la flora bacteriana y entonces… Ah, entonces el bicho que está fuera, entra feliz, y tienes verrugas o moluscum. ¿O has tenido un polvo ardiente y aparecen condilomas (verrugas genitales)? Te contagió Juan de los Palotes o resulta que el virus andaba por ahí, sin poder entrar, pobrecito, pero con los “juegos salvajes” se producen micro irritaciones en la piel, que no hacen daño real pero… son una puerta abierta a los minúsculos.
De manera que estoy totalmente de acuerdo con Claude Bernard: el terreno lo es todo. Y ese terreno está formado por:
Nuestras barreras (una piel seca es una piel “rota” por donde se cuela Dios y María Santísima)
Nuestras bacterias: son los “guerreros del antifaz, por la cuenta que les trae, como un perro guardián que cuida su casa. Hay trabajos que el Lactobacillus Crispatus —un integrante de la flora vaginal— él es un psicópata destructor con los virus, llámense papiloma o VIH…
En nuestro sistema inmunológico: puede haber funcionamientos defectuosos por herencia pero también por alteraciones en nuestra composición de nutrientes: son células y como tal necesitan vitaminas, zinc y muchas cositas más.
Al final la opinión de Pasteur, fue la triunfadora, porque beneficiaba al monopolio farmacéutico.
¿Lo entendiste? El tema es fácil de entender, lo que pasa es que no nos quieren sanos, somos más rentables manteniéndonos enfermos. 

Por qué enfermamos
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