La mente subconsciente

La mente subconsciente

La mente subconsciente se refiere a la parte de nuestra mente que opera debajo del nivel de conciencia consciente. Es una parte poderosa de nuestra mente que almacena y procesa información de manera automática y sin esfuerzo consciente.

La mente subconsciente es responsable de una variedad de funciones, como el control de los procesos corporales automáticos, la gestión de nuestras respuestas emocionales y la regulación de nuestros patrones de pensamiento y comportamiento arraigados. Almacena nuestras creencias, recuerdos, experiencias pasadas, patrones de pensamiento y hábitos, y juega un papel importante en la formación de nuestra identidad y personalidad.

A diferencia de la mente consciente, la mente subconsciente no está limitada por la lógica o el razonamiento. Funciona a través de asociaciones, patrones y símbolos, y puede influir en nuestras emociones, comportamientos y decisiones sin que seamos plenamente conscientes de ello.

La mente subconsciente también es altamente receptiva a la sugestión y puede ser reprogramada a través de técnicas como la hipnosis, la visualización creativa y la repetición de afirmaciones positivas. Al acceder y trabajar con la mente subconsciente, podemos cambiar patrones de pensamiento limitantes, superar miedos y bloqueos emocionales, y fomentar un cambio positivo en nuestras vidas.

En resumen, la mente subconsciente es una parte poderosa de nuestra mente que opera debajo del nivel de conciencia consciente y tiene un impacto significativo en nuestras emociones, comportamientos y patrones de pensamiento. Al comprender y trabajar con nuestra mente subconsciente, podemos potenciar el cambio y el crecimiento personal.

La mente subconsciente

Este artículo en audio. La Mente Subconsciente.

Nuestra mente subconsciente es nuestro piloto automático, que nos dirige hacia la manifestación de una determinada realidad, por medio de la repetición de ciertos patrones de comportamiento.

La mente subconsciente es mucho más poderosa que la mente consciente. Su capacidad de proceso es de veinte mi­llones de impulsos nerviosos por segundo, lo que, en com­paración con los cuarenta de la mente consciente, le confiere capacidades totalmente diferenciadas, como poder encar­garse de miles de eventos al mismo tiempo o trabajar las vein­ticuatro horas del día durante todos los días de nuestra vida.

El subconsciente actúa siempre desde el momento pre­sente, examinando detenidamente el mundo que nos rodea y las señales externas, percibiendo las condiciones del en­torno y reaccionando de inmediato con un comportamiento previamente adquirido, sin participación alguna de la mente consciente y sin hacer juicios ni preguntas.

El subconsciente actúa según la información de que dispone. Todas nuestras experiencias vitales se almacenan, como si de un disco duro regrabable se tratase, para ser uti­lizadas posteriormente al determinar nuestra respuesta ante estímulos similares.

El subconsciente no juzga, no espera a realizar un análi­sis de la situación, no distingue el bien del mal ni lo correcto de lo incorrecto. Simplemente actúa como respuesta a los estímulos que recibe. Y teniendo en cuenta que más del no­venta y cinco por ciento de nuestras decisiones, acciones, emociones y conductas provienen de nuestro subconsciente, si nuestras percepciones o aprendizajes no han sido correc­tos, nuestras respuestas tampoco lo serán.

Nuestras respuestas a los estímulos externos están controladas por las percepciones e ideas que a lo largo de nuestra vida se han convertido en creencias.

El subconsciente es el lugar donde residen todos aquellos deseos, impulsos y aspectos reprimidos de nuestra personalidad que no son accesibles fácilmente a nuestra mente consciente. El subconsciente es quien guía y dirige nuestra vida desde la sombra. El subconsciente es reactivo, reacciona rápido, en ocasiones brusco y sin una lógica racional.

El subconsciente representa un 95% de nosotros, mientras que nuestro consciente es solo un 5%. Solamente somos conscientes de unos 3 pensamientos por minuto, de los más de 40 pensamientos que tenemos por minuto. Al día tenemos unos 60.000 pensamientos.

El subconsciente ha absorbido la información desde el nacimiento nuestro e incluso antes. Los primeros siete años de nuestra vida es el subconsciente el que graba toda la información. Por lo tanto, es vital y esencial para todos nosotros, comprender e integrar en nuestro sistema como funciona nuestro subconsciente.

El subconsciente no utiliza el lenguaje verbal en la representación de sus contenidos, sino que se vale del lenguaje más universal, el lenguaje de los símbolos. Nuestras vidas pasadas y la de nuestros ancestros también están grabadas en nuestro subconsciente. Nuestras memorias en su mayoría son parte de nuestro subconsciente.

Mente subconsciente
La Mente Subconsciente

Vamos a observar ciertas características o propiedades de la mente subconsciente o de la mente en general, en algunas ocasiones. Aprender a ver y reconocer como funciona nuestra mente es ser más conscientes de si mismo. Esto sin lugar a dudas puede ayudarnos a tener una vida más armoniosa en todos los sentidos. Hay que estar alerta y observar como a veces nos sugestionamos a nosotros mismos y, como otros nos quieren sugestionar a nosotros.

Observar nuestros pensamientos y sentir nuestras emociones es un primer paso y, un segundo paso es , ojo con lo que pensamos, ya que no todos los pensamientos son reales.

La mente subconsciente es reactiva; se limita a repetir siempre las mismas respuestas a las señales que recibe. Al ser de naturaleza refleja, sus actos no están controlados por la razón o el pensamiento, lo que nos evita ser conscientes de todo lo que hacemos: respirar, masticar, parpadear, hacer la digestión, caminar, estornudar, conducir, crear nuevas célu­las, responder a situaciones emocionales, etc.

La mente subconsciente es una gran amiga que, entre otras, dirige las funciones biológicas y motrices que nos man­tienen vivos y nos proporcionan movilidad, y las realiza au­tomáticamente para que nosotros podamos enfocar nuestra atención en otros asuntos. Es la responsable directa del equi­librio de nuestro organismo.

Muchas de las funciones y reacciones generadas por nuestra mente subconsciente son totalmente ajenas a nues­tro cerebro, y por lo tanto a nuestra mente consciente. No nos damos cuenta de nuestras reacciones automáticas, pasan súper rápidas en un umbral de la consciencia profundo. Muchas de esas reacciones automáticas no son reales, son imaginadas por la mente y, por tanto, se creen que son reales.

En la actualidad sabemos que el subconsciente es ac­cesible y moldeable. Sabemos que tenemos la capacidad de preguntarle por la información que utiliza para tomar sus decisiones, e incluso preguntarle cuál es el mejor camino para realizar una determinada transformación.

La mente subconsciente es reactiva; se limita a repetir siempre las mismas respuestas a las señales que recibe. Al ser de naturaleza refleja, sus actos no están controlados por la razón o el pensamiento. Cuando nos sintamos reactivos, incómodos, podemos hacernos un test de energía como el A.R. el reflejo del brazo y preguntar si estamos desajustados. Si es una memoria de esta vida, de otras vidas. Si es una muerte violenta, si soy hombre o mujer. Procesar toda la información posible y luego borrar a cero menos cero infinito dicha programación inconsciente. Adquirimos la enseñanza de ese suceso y llevamos esa información inconsciente a la mente consciente, a la mente analítica. Lo que sucedió en el pasado no es lo mismo que está sucediendo ahora.

Sabemos que podemos re programar cualquier tipo de información que nuestro subconsciente utilice, y que para ello no son necesa­rias máquinas potentes ni profundos conocimientos científicos. Cada día nos estamos re programando con nuestros actos y repeticiones. Si ponemos gran atención y todos nuestros sentidos a lo que hacemos y vivimos, nuestra mente subconsciente graba esa información con mayor fuerza. En momentos de gran carga emocional, de accidentes, de inconsciencia, de miedo, inseguridad, etc. nuestra mente consciente se desconecta en gran medida y nuestra mente subconsciente de supervivencia graba con mucha fuerza todo lo que esta sucediendo. Graba toda la información que está sucediendo con los cinco sentidos que conocemos y con otros tantos sentidos interoceptores y exteroceptores que no conocemos tanto.

  • Vista, luz y color.
  • Oído con toda su gama de frecuencias.
  • Olfato.
  • Gusto.
  • Nocicepción, todo lo relacionado con el dolor.
  • Propiocepción, equilibrio, kinestesia, etc.
  • Termocepción, todo lo relacionado con el frío y el calor.
  • Interocepción, como la presión arterial, contenido de oxígeno en sangre, latidos del corazón, hambre, estado del estómago, excitación sexual, diversas inflamaciones en el organismo, glucosa en sangre, etc.
  • La percepción de la hora del día, del día de la semana, del mes del año. Percibe las estaciones del año, etc.
  • La percepción esotérica de ambientes cargado con unas emociones o unos pensamientos.
  • Lo que estás pensando en la mente, tus postulados mentales.
  • Lo que estas sintiendo en tus emociones. Tu estado anímico.
  • Etc.

El subconsciente lo graba todo y luego hace asociaciones, neuro-asociaciones. El subconsciente siempre está trayendo a tu consciente las cosas grabadas por él y repitiendo los mismos patrones. Estas reacciones repetidas y automáticas «neuro-asociaciones» son las que el terapeuta debe de acceder a ellas y re programar aquellas que son negativas o incómodas. Lo que el subconsciente tiene grabado sucedió en otro espacio y tiempo, en el presente no tiene que ser las cosas igual que antes. Tenemos que educar a nuestra mente con diferenciación, las cosas son diferentes, de hecho nosotros creamos la realidad con nuestra mente. Si cambiamos nuestra mente el mundo cambia, pero el subconsciente nos retrotrae a un pasado que ya no existe y, trastoca todo el cuerpo y la mente.

Muchos acontecimientos traumáticos de esta vida y de otras vidas son traídos al presente por el subconsciente, sin que apenas podamos entender de donde viene este cambio hormonal y de pensamiento, sentimiento. En las muertes dramáticas de otras vidas traemos mucha información a la vida presente, ya que fue profundamente dolorosa y la mente subconsciente grabó toda esa información. Nuestro verdadero Ser Mental se involucró tanto con el cuerpo, con el dolor que se creyó que es el cuerpo y grabó esa información que se repite en las siguientes vidas.

Las propiedades de la mente subconsciente.

Primera propiedad. El subconsciente vive en el presente, es atemporal.

Para el subconsciente el tiempo no existe. Siempre pensamos en presente. Uno puede revivir las cosas del pasado como si estuvieran sucediendo ahora mismo. El subconsciente no se rige por las leyes del espacio y tiempo tal y como las conocemos. Todo su contenido está en un estado de actualidad constante. La carga energética de cualquier acontecimiento pasado sigue actuando en el subconsciente de un modo invariable, con tanta actualidad como si acabara de ocurrir. Pasado, presente, futuro están sucediendo en el mismo momento.

Por ese motivo si ocurrió un drama en nuestra infancia y no le hemos dado una resolución, no hemos aceptado e integrado esa emoción, esta, sigue tan vigente en nuestra vida como si hubiera sido ayer. Simplemente está inhibido, porque ha creado dolor, miedo, vergüenza, etc. Una pequeña confusión en la infancia puede ser como una semilla que crece a lo largo de nuestra vida y, ocasiona un efecto en nuestro cuerpo y nuestras relaciones.

Si una persona sintió en su niñez que sus padres no le prestaban la atención que ella solicitaba, incluso se sintió un rechazado y abandonado, y esto se convierte en una emoción no admitida y reprimida, generará un conflicto. A medida que va creciendo, este rechazo o abandono, que sigue guardado en su interior, lo vivirá en distintos momentos de su vida. Lo vivirá en situaciones donde se encontrará con personas que ella sentirá que la rechazarán o abandonarán, con el fin de que esa emoción salga al consciente, sea aceptada e integrada. Es por este motivo que cuando rememoramos un acontecimiento traumático o doloroso del pasado podemos experimentar las mismas emociones y sensaciones que vivimos en esa situación. Por eso, iremos a tratar ese primer momento, tomando conciencia de ello y desbloqueando el conflicto en su raíz u origen.

La mente todo lo piensa en tiempo presente. Nuestro pasado y nuestro futuro para la mente subconsciente sucede siempre en tiempo presente. Recordar, imaginar, fantasear, hacer una prospección hacia el futuro etc. hace que a nuestra mente subconsciente ya está sucediendo.

Segunda propiedad. El subconsciente es inocente, es amoral.

La mente subconsciente está diseñada para no juzgar. El concepto del bien y el mal no existe para el subconsciente. La mente subconsciente simplemente graba sucesos y los relaciona de una manera simple. La mente subconsciente simplemente dice que esto es igual a estos e igual a esto otro. Todo es una vivencia, una experiencia y ya está. A es igual a A e igual a A. Sin juicio, sin crítica. El subconsciente no tiene juicio y discernimiento, si no que graba toda la información que le parece relevante para nuestra supervivencia sin establecer un análisis lógico y racional sobre la misma.

Para nuestra mente evolucionada y racional todo es positivo o negativo para nosotros, en función de nuestras creencias. Estas creencias se generan en función de nuestra sociedad, religión, educación y de nuestras experiencias, tanto a nivel individual como familiar. Nuestras creencias nos dicen que unas cosas son buenas y otras son malas. Las creencias limitantes de la infancia de que uno es malo, de que no vale para nada, etc. pueden estar afectándonos toda la vida. Estos patrones o creencias también se heredan de nuestros ancestros.

Tercera propiedad. Para el subconsciente todo es real.

Para el subconsciente todo hecho es real, tanto si lo podemos ver y, o sentir con nuestros cinco sentidos, como si lo visualizamos o imaginamos con nuestra mente. No han diferencia entre lo real y lo simbólico. Para la mente lo que estás pensando lo estas viviendo.

Los rituales y los actos representativos y simbólicos funcionan a la perfección con el subconsciente, ya que a través de ellos hablamos en su mismo lenguaje. En nuestro subconsciente ya hay muchos programas y simbolismos grabados, por nuestros ancestros, familiares, educación, cultura, religión, etc.

Piensa en un limón abierto y jugoso. saborea sus gotas exprimidas en tu boca. ¿Cómo te sientes? ¿Tu cuerpo percibe esa acidez del limón? La mente no distingue lo simbólico y lo que es real.

Por ejemplo, si en la infancia tengo un recuerdo de dolor y daño cuando me pusierón las vacunas, eso está en mi mente subconsciente. De adulto siento que la gente me hace daño, el subconsciente registra y vive esa realidad, aunque no sea del todo cierta. La gente me hace daño, el mundo me hace daño y esto repercute en tu vida sin que tu te des cuenta. Incluso esta creencia puede provocar un cambio biológico en tu cuerpo.

Si mi subconsciente se activa con una memoria de miedo extremo, mi cuerpo se acelera y siente ese miedo como un pánico real. Recordar algo que paso o que no paso para la mente es real.

Si yo tengo una grabación mental de que no puedo respirar, mi biología puede responder de la misma manera y mis bronquios se cierran por falta de oxígeno, incluso puedo llegar a generar una crisis asmática. A mayor carga emocional, con más rapidez e intensidad responde nuestro cuerpo. Nuestras memorias subconscientes están presentes y a menudo se detonan, enturbiándonos la realidad del presente. Cuando se reactiva una memoria del pasado para el subconsciente es real y puede cambiar tu biología como lo hizo antaño.

Cuando se tiene un sueño, por ejemplo de un accidente, uno se puede despertar acelerado, sudando, ya que para la mente subconsciente el sueño es real. Es posible que tengamos algunas tragedias en nuestra mente y que no han sucedido nunca.

Las terapias sicoenergéticas lo que hacen es liberar esas emociones bloqueadas, esas memorias traumáticas para que no se vuelvan a reactivar. Descargar las memorias erróneas de nuestra mente subconsciente es nuestra labor para el crecimiento personal, para nuestra consciencia.

Cuarta propiedad. El otro no existe.

Para el subconsciente todo es uno y todo es una proyección de lo que tenemos en nuestro interior. El subconsciente no sabe distinguir entre el yo y el otro. Para el subconsciente el otro no es alguien separado, sino un reflejo de mí mismo. Vemos las cosas en el otro como una proyección de nuestro interior. En sicoenergética se usa mucho sanar al niño interior, sanar sus memorias para no proyectarlas en los demás. Solemos atraer a nuestra vida a personas que nos reflejan a nuestros padres o ancestros.

Aquello que creemos es aquello que creamos. El tema es que se crea con nuestro consciente y subconsciente, por lo que si lo que está sucediendo en nuestra vida nos limita, nos hace sufrir, tenemos que preguntarnos qué memorias o creencias no han hecho crear esa situación. Son estas las que vamos a buscar en terapia, y cambiar estas memorias o creencias limitantes por otras expansivas o potenciadoras. Es decir, debe saber que la realidad de su vida es el espejo que refleja su interior, considere que la vida es como un espejo. Gracias a este espejo podemos darnos cuenta de la propia persona que somos, así tenemos la oportunidad de cambiar.

El poder del subconsciente
El poder del subconsciente

Quinta propiedad. El subconsciente no puede no manifestarse.

Es tan fuerte el poder de la mente subconsciente que desde la sombra tiende a manifestar su interior, sus programas, sean buenos o malos. El crecimiento interior y el mundo de las terapias hacen que podamos vislumbrar nuestra mente subconsciente y, así evitar las manifestaciones negativas o desastrosas.

La mente se manifiesta en el cuerpo.

Cuando uno sostiene una imagen mental suficiente tiempo tiende a manifestarse. Por ejemplo, cuando piensas en ese limón exprimido tu cuerpo se pone a salivar. Eso es una manifestación del pensamiento.

Las enfermedades psicosomáticas son cosas que están sucediendo en la mente subconsciente y que tienen un efecto en el cuerpo. Hay un programa mental que la mente lo toma como algo muy real.

Sexta propiedad. Siempre pensamos en positivo

Para nuestra mente el no, no existe. Nuestra mente no entiende el no y si decimos que no pienses en una palmera de la playa, tendemos a pensar en una palmera de la playa. Si nos decimos que no queremos suspender este examen, la mente entiende que queremos suspender este examen. Su usamos una frase desde el no, tendemos a promover precisamente eso que no queremos. Ponemos nuestro foco atencional en eso.

Cuidado en como usamos el no en las frases ya que la mente lo puede tomar en positivo.

Séptima propiedad. La mente hace cierres.

La mente hace suposiciones y las toma como reales. La mente hace cierres de la realidad. La mente está observando unos pocos pedazos de la realidad y usa su banco de memoria para cerrar y decir que esta realidad es así. En muchas ocasiones puede estar equivocada.

Si nos han pasado cosas, en el futuro no tiene que ser la misma repetición del pasado. Es normal que la mente haga suposiciones o cierres y la mente las toma como reales.

El trabajo de la persona consciente es darse cuentas de esto y no dejarse llevar por las falsas apariencias.

Vemos lo que queremos ver y no vemos lo que no queremos ver. Según nuestro foco de atención. Por eso nuestras creencias nos hacen ver las cosas muy diferentes de como las ve otra persona con otras creencias. Por ejemplo, en la política se observan puntos de vista muy distintos de los otros.

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La Mente Subconsciente es el 90% de nuestras vidas