La rana hervida
«El denominado síndrome de la rana hervida es una analogía que se usa para describir el fenómeno ocurrido cuando, ante un problema que es progresivamente tan lento que sus daños puedan percibirse como a largo plazo o no percibirse, la falta de conciencia genera que no haya reacciones o que estas sean tan tardías como para evitar o revertir los daños que ya están hechos.
La premisa es que si una rana se pone repentinamente en agua hirviendo saltará, pero si la rana se pone en agua tibia que luego se lleva a ebullición lentamente no percibirá el peligro y se cocerá hasta la muerte. La historia se usa a menudo como una metáfora de la incapacidad o falta de voluntad de las personas para reaccionar o ser conscientes de las amenazas siniestras que surgen gradualmente en lugar de hacerlo de repente».

Si ponemos una rana en una olla de agua hirviente, inmediatamente intenta salir. Pero si la ponemos en agua a la temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados centígrados, la rana no hace nada. Pero, a medida que la temperatura aumenta, se queda cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla. Aunque nada se lo impide, la rana se queda allí y hierve.
Porque el mecanismo interno de la rana para detectar amenazas a la supervivencia se activa frente a cambios repentinos en el medio ambiente, no ante cambios lentos y graduales … “… las principales amenazas a la supervivencia, tanto de nuestras organizaciones como de nuestras sociedades, no vienen de hechos repentinos sino de procesos lentos y graduales…”
